Parece

Parece que el 4 de septiembre se festeja por decreto el Día del Inmigrante. 
Entonces un día como hoy surgen historias en las noticias, comentarios en el Facebook, y desfiles en el Planetario. Todos recuerdan como llegaron sus abuelos a "hacer la américa", disfrutan de bailes típicos, y se sorprenden al probar las comidas "exóticas".

Esta es la imagen generalizada sobre el inmigrante.
Pero me parece que no me siento tan identificada con el Día del Inmigrante. 
Porque el 4 de septiembre los no nacidos en la Argentina somos inmigrantes y tenemos trajes de colores, músicas autóctonas, y nombres raros para mostrar en los stands de Palermo. Pero durante el resto del año algunos argentinos nos llaman extranjeros, y parece que como tales venimos a llenar las villas, sacar puestos de trabajo, o "llevarnos un plan trabajar de arriba". Algo irónico, si tenemos en cuenta que somos las mismas personas.

Así es como nos llaman en nuestros documentos, 
aunque en nuestro día seamos "inmigrantes".
No sé, me parece que en realidad hoy no se festeja lo que dicen que se festeja.... Y por mi parte, sólo consideraré válido el decreto del 4 de septiembre el día en el que los extranjeros y los inmigrantes seamos una misma moneda, y no sus dos caras, frente a los ojos de todos  los nacidos acá.       

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